sábado, octubre 27, 2007

El infierno inútil de Leilly Fall

La Provincia.es - JOSÉ NARANJO / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.
Se llama Leilly Fall y su historia es estremecedora. Senegalés, 25 años de edad, quizás algunos menos, y único superviviente de un viaje en cayuco en el que sus 56 compañeros de odisea fueron muriendo uno a uno. Cuando los marineros del Tiburón III lo encontraron en alta mar a bordo de un cayuco semihundido al norte del archipiélago de Cabo Verde, era "un muerto viviente, pesaba no más de 45 kilos y no podía ni hablar. Sólo levantó el pulgar y nos miraba como si fuéramos sus ángeles salvadores", aseguraba ayer José María Abreu, patrón del pesquero gallego. Y lo eran, desde luego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Héroe o villano... Leilly Fall, en cualquier caso, si hubiese sido el organizador del viaje, que no lo creo, pues estos se quitan de enmedio rapidamente, si hubiese sido el organizador del viaje, repito, ya ha pagado caro y muy caro su pecado. No creo que deba dar con sus huesos en la cárcel, como dice el artículo. La cárcel, e incluso el infierno, ya lo ha pasado. Ayuda es lo que necesita, que si estuviera en Europa, la hubiese recibido "hasta psicológica..."