miércoles, marzo 10, 2010

Sarkozy autoriza el retorno de una joven marroquí sin papeles expulsada al ir a denunciar malos tratos

LUÍS URÍA | París. Corresponsal
Najlae Lhimer estaba lejos de sospechar lo que iba a pasarle cuando, el viernes 19 de febrero, entró en el puesto de la gendarmería de la población francesa de Château-Renard (Loiret, en la región Centro) dispuesta a presentar denuncia contra su hermano por malos tratos. Si lo hubiera sabido, quizá se lo hubiera pensado dos veces antes de franquear la puerta. Advertidos de su situación irregular en el país, los gendarmes detuvieron a Najlae inmediatamente y apenas unas horas después, en la madrugada del sábado, la condujeron sin demasiados miramientos al aeropuerto de Orly. Destino: Casablanca. La expulsión de la joven, de 19 años, ha levantado tal ola de indignación que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se ha visto forzado a aceptar su retorno.

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