domingo, enero 30, 2011

Huir por el corredor turco

BLANCA LÓPEZ ARANGÜENA

Cada día, 200 'sin papeles' atraviesan la frontera que separa Grecia de Turquía ayudados por las mafias. 1.000 dólares por llegar a la frontera desde Estambul. 500 dólares por cruzar el paso en barca. Desesperado, el Gobierno heleno quiere evitarlo levantando una valla.

En el pueblo griego de Novo Vissa, todos los vecinos tienen una lancha inflable en el porche. Una, dos o más, depende de la frecuencia con que se acerquen al río Evros, que les separa de Turquía. Son las lanchas que los inmigrantes usan para llegar hasta Europa, todas verdes, para cuatro personas, que los traficantes del lado turco llenan con 15 inmigrantes a 500 dólares la plaza. Se amontonan en los graneros del pueblo en invierno, y en verano, cuando los jóvenes vuelven por vacaciones, se convierten en piscinas en las que chapotean los niños. Casi cada día algún vecino con suerte encuentra una nueva balsa. Pero cuando la suerte no acompaña, también se encuentran los cadáveres de quienes no han resistido las bajas temperaturas invernales o de quienes se han ahogado al caer al Evros. Veintinueve el año pasado, más de cien desde 2006.

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