sábado, abril 28, 2012

Referente a la tarjeta sanitaria para inmigrantes


En vista a todos los comentarios alarmantes que se están haciendo sobre este tema, adjuntamos lo que dice la norma, para evitar, al fin, equívocos o malas intenciones. Nadie va a dejar a los inmigrantes desasistidos.

LOS INMIGRANTES IRREGULARES, SIN TARJETA SANITARIA

Ningún ciudadano, sea español o inmigrante, se va a quedar sin asistencia sanitaria. Lo único que se restringe es el derecho a la tarjeta sanitaria. Esta tarjeta será sólo para españoles o para extranjeros con residencia legal en España.

Los extranjeros que no tengan residencia en España, ya sea porque son turistas o porque residen en situación irregular, no quedarán desasistidos. Para ellos siempre estará garantizada la asistencia para menores de 18 años. También, todos los cuidados en el embarazo, parto y postparto. Y, de igual modo, recibirán asistencia sanitaria urgente, ya sea por enfermedad o por accidente.

En los casos de turistas, si son comunitarios, se les facturará la asistencia su país a través de su tarjeta sanitaria europea. Si no la tienen o son extracomunitarios, se hará a través de sus seguros de viaje.

Además, se atenderán otros problemas de salud a través de convenios de las comunidades autónomas con ONG o, por ejemplo, los convenios que mantiene el Plan Nacional del Sida con organizaciones para atender a población afectada por el VIH. Se garantizará, de este modo, que no se produzca ningún problema de salud pública. Asimismo, se tratarán los casos de interés humanitario, con convenios similares a los que se utilizan, por ejemplo, para traer a España a niños enfermos de países en desarrollo para que sean tratados.

Los extranjeros en situación irregular no pueden tener derecho legislado a tener la tarjeta sanitaria, porque entonces la tienen para todo (pueden traer a un familiar que no reside en España sólo para someterse a una intervención quirúrgica, por ejemplo, de cataratas). Además, este sistema crea un efecto llamada indeseable.

La ausencia de otros requisitos, más allá del empadronamiento, ha favorecido que los extranjeros, especialmente los comunitarios, dejaran de cumplimentar los trámites ante sus autoridades que sí son exigidos a los españoles cuando viajan al extranjero. Por tanto, la norma de dar la tarjeta con el solo requisito de estar empadronado situaba a los españoles en inferioridad de condiciones.

Ahora, además del padrón, se pedirá la residencia legal. Los extranjeros que en este momento no cumplan los nuevos requisitos, tendrán un plazo de más de tres meses para regularizar su situación y obtener la tarjeta de forma legal.

Los abusos se han producido. Hay datos que lo demuestran. De acuerdo con el último informe del Tribunal de Cuentas, España ha dejado de facturar a otros países la asistencia médica y de farmacia a más de 700.000 ciudadanos de otros países en sólo un año (2009), con lo que se han despilfarrado casi 1.000 millones de euros.  Es lo que se denomina “turismo sanitario”, y a lo que se va a poner freno con este Real Decreto.

La intención de esta norma no es sacar de la asistencia sanitaria a los inmigrantes irregulares, sino frenar los abusos. Abusos que han hecho que haya ciudadanos que han obtenido su tarjeta sanitaria europea en España, han dejado de cotizar en su país, han sido atendidos allí (en Alemania, por ejemplo) y le han facturado la asistencia a España. Estos casos están documentados por el Tribunal de Cuentas.

En 2007, el Gobierno socialista tuvo la oportunidad de solventar esta situación, con la transposición de la directiva de derecho de libre circulación y residencia de los ciudadanos de la Unión. Sin embargo, de forma negligente, se obvió el artículo que obliga a los ciudadanos comunitarios que quieran residir en España a contar con un sistema de seguro médico, público o privado, para no suponer una carga.

Los españoles, además, no tuvieron derecho a la sanidad universal por ley hasta el pasado 1 de enero. De facto, tenía más derecho que un parado de larga duración un extranjero que no hubiera regularizado su situación. En un contexto con 5,2 millones de parados, se trataba de una situación especialmente grave que había que solventar.

No hay comentarios: