martes, abril 21, 2015

Empujados al mar

DIARIO DE AVILA.ES martes, 21 de abril de 2015 Pese a que, en principio parecía una medida inusual, Médicos Sin Fronteras (MSF) lo tenía claro. Por eso, la semana pasada anunció la puesta en marcha de operaciones de búsqueda, rescate y salvamento en el Mediterráneo. La iniciativa parecía premonitoria, más aún cuando los dispositivos marítimos se encuentran fuera de las actividades habituales de MSF. Esta decisión no tenía precedentes en la organización médico-humanitaria, que ayer vio cómo el naufragio de un barco con 700 sin papeles le daba la razón. La actualidad, corroboraba así una situación que empeora en el Mediterráneo ante la falta de voluntad de la Unión Europea de cambiar las políticas que han llevado a esta situación. «Salvar vidas es nuestra actividad principal, ya sea en tierra o en el mar», decían desde la entidad. En los últimos 15 años, el Mare Nostrum se ha convertido en un cementerio para más de 20.000 inmigrantes y refugiados que buscaban protección y una vida mejor en Europa. Al menos 3.500 personas se ahogaron en 2014 tratando de llegar a las costas europeas. Muchos de ellos procedían de Siria, Eritrea o África subsahariana. En lo que va de año, 900 personas podrían haber perdido la vida en esta travesía, según algunas estimaciones, y todo ello antes del período de verano, época en la que la mayoría trata de llevar a cabo una de las rutas migratorias más peligrosas. El éxodo en barcos es un fenómeno complejo, influido por factores geopolíticos y socioeconómicos: conflictos, pobreza extrema, violaciones masivas de los Derechos Humanos... pero se da también debido al fracaso del sistema de protección de los refugiados y al hecho de que muchas de ellos permanecen varados indefinidamente en instalaciones deplorables. Al menos la mitad de las personas que se suben a estas embarcaciones frágiles, que no son aptas para emprender la travesía, huyen de zonas de conflicto. Sin precedentes. El número de entradas de personas por mar registradas en 2014 llegó a 218.000, frente a los 60.000 de 2013. Con la guerra siria, que azota sin cesar el país, y la creciente inestabilidad en Libia, se espera que el número de ciudadanos que se lancen al Mediterráneo este año no tenga precedentes. Mientras los canales y medios seguros para llegar a Europa sigan siendo escasos, existen pocas opciones disponibles para los refugiados que no sea intentarlo por mar. El desplazamiento de personas en Siria es el más masivo de la Historia reciente, y el papel de Europa será recordado por sus escasos esfuerzos por socorrer a los casi cuatro millones de exiliados que han huido del país. El 95 por ciento de ellos está registrado en países vecinos -en centros de Jordania, Turquía, el Líbano e Irak-, lo que está llevando al límite la capacidad de asistencia local e internacional. El problema es que en lugar de aliviar esta carga, Europa está construyendo muros para mantener a los expatriados fuera del Viejo Continente. Hasta ahora, han establecido una exigua cuota de reubicación de 36.300 refugiados sirios, esto es, solo el 4 por ciento han logrado ser admitidos en la UE. Alemania es el país que cubre la gran mayoría de los cupos con 30.000, mientras que España ha ofrecido 130 plazas para exiliados sirios, las cifras hablan por sí solas. La crítica pública provocada por los naufragios de octubre de 2013 en las costas de Lampedusa (Italia) se ha desvanecido hace ya mucho tiempo. Mientras las organizaciones de ayuda a refugiados y los expertos en materia de asilo discuten las formas para evitar más muertes en el mar mediante la apertura de conductos seguros y legales, los Estados miembros de la UE miran hacia otro lado. A principios de marzo, la Comisión Europea anunció el inicio del Equipo Operativo Conjunto Mare. No es una réplica de la operación Mare Nostrum de la Marina italiana, que tenía la intención de rescatar a personas en peligro en el mar. Se trata de un centro de inteligencia marítima destinado a la lucha contra el contrabando de personas; la misma piratería con seres humanos que está floreciendo porque la UE ha cerrado sus fronteras terrestres. Hoy, la energía y los recursos se centran en cortar el flujo. Pero cortarlo, sin ofrecer otras opciones, solo se traduce en mayor sufrimiento y muerte http://www.diariodeavila.es/noticia/Z4233B0A3-0F09-FA55-956C387DD5481321/20150420/empujados/mar

No hay comentarios: