domingo, junio 07, 2015

Adou: la historia de la entrada más mediática

Rafael Peña, Ceuta, EFE Mañana (es decir, hoy) se cumplirá un mes de lo que ha sido la historia de la entrada más mediática de un inmigrante en España en los últimos años: la del pequeño Adou escondido en el interior de una maleta. Ninguno de los agentes de la Guardia Civil que a diario controlan el acceso a Ceuta de los cientos de marroquíes que cruzan la frontera del Tarajal se podían imaginar que una fotografía de su escáner iba a dar la vuelta al mundo. La fotografía contenía la imagen de un pequeño de 8 años, natural de Costa de Marfil, que había sido ocultado en el interior de una maleta que portaba una joven marroquí, de 19 años, que presuntamente se había puesto de acuerdo con el padre del pequeño para introducirlo ilegalmente en España. Una hora y media después de esta imagen era el padre de Adou, Alí Ouattara, el que cruzaba la frontera y era detenido por la Guardia Civil, después de que los agentes le mostraran la fotografía de su hijo y reconociera que era su progenitor. Sin embargo, la historia de Adou ha sido foco mediático tanto a nivel nacional como internacional, lo que ha evidenciado que televisiones hasta de Japón se hayan desplazado a Ceuta para dar testimonio de esta historia, según han informado a Efe fuentes policiales. Adou permanece tutelado por la Ciudad Autónoma desde el 7 de mayo mientras que su padre está en prisión en la cárcel de Sevilla I, donde ha sido trasladado esta misma semana por un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros al haber favorecido la inmigración irregular. En este último mes el abogado de la familia, Juan Isidro Fernández, ya ha pedido hasta en tres ocasiones la puesta en libertad del padre, al entender que no existe riesgo de fuga y que tiene su vida perfectamente estructurada en España, donde llegó a bordo de un cayuco en el 2006. La jueza del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta, que instruye el caso, ahora tiene sobre la mesa esta petición para determinar la libertad condicional del padre, previo pago de una fianza de 5.000 euros que reclama el ministerio público. La "gran olvidada" de todo es la joven marroquí Fátima, de 19 años, que sigue encarcelada en Ceuta también acusada del mismo delito que el padre de Adou pero de la que nadie apenas habla, como si de un papel secundario se tratara. La historia podría escribir el lunes uno de sus últimos capítulos si la madre del pequeño, Lucie Ouattara, consigue llevárselo desde Ceuta hasta Puerto del Rosario (Fuerteventura), después de que las pruebas de ADN hayan confirmado que ella y Alí son sus padres biológicos. Mientras tanto, Adou juega y se divierte en el centro de menores del Mediterráneo, donde vive completamente ajeno a todo lo que sucede a su alrededor. "Sólo quiere jugar y pasárselo bien, como cualquier niño de su edad", ha dicho a Efe la jefa del Área de Menores, María Antonia Palomo. Sin duda alguna, la historia de Adou, que también se quiere llevar a la pequeña pantalla con una miniserie, ha sido la historia de la entrada más mediática que ha dado una inmigración irregular que está llena de capítulos cuanto menos curiosos. Y éste es uno de ellos.

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